Definición de Comercio

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El comercio se puede definir como aquella actividad de ámbito económico que consiste en el intercambio de bienes o servicios entre dos o más personas y que se realiza con el objetivo final de obtener un lucro del mismo.

Desde un punto de vista etimológico, la palabra comercio tiene su origen en el latín. Más concretamente en las raíces “cum”, que significa juntamente, y “merx”, mercancía. Por tanto, podría decirse que el concepto comercio equivaldría al traspaso entre personas de ciertas mercancías.

Origen histórico del comercio

Muchos historiadores suelen hacer uso de la frase: “el comercio es tan antiguo como la misma sociedad”, que si bien refleja el hecho de que el comercio tiene su origen miles de años atrás, tampoco es del todo acertada, ya que no existe constancia de que los primeros grupos de humanos hubiesen llevado a cabo intercambios comerciales.

Sin embargo, sí que es cierto, que con los primeros asentamientos estables en cavernas, la aparición del núcleo familiar y el sedentarismo, los humanos van formando grupos más amplios que comienzan a interrelacionarse entre ellos. Fruto de estas relaciones y de los avances técnicos que permitieron aumentar el volumen de presas cazadas, así como de los alimentos cosechados, es como aparece el comercio para dar salida a ese excedente de comida.

La primigenia fórmula consistía en el trueque, en el cual se intercambiaban unos bienes por otros de forma que las necesidades más básicas se pudieran cubrir de una forma más satisfactoria.

Es a partir de este punto que las diversas sociedades humanas van buscando una manera de implementar un mejor sistema de intercambio que les permitiese obtener más y mejores productos a cambio de sus excedentes. Esta tendencia se vio incrementada por el hecho de que conforme avanzaban las sociedades, aumentaban sus necesidades, las cuales sólo podían ser satisfechas mediante el comercio.

Muchos pueblos encontraron en el comercio una forma de expansión, llegando a vender sus productos en territorios muy lejanos, como fue el caso de los fenicios, los chinos o los hebreos. Ellos fueron los que, movidos por las ansias comerciales, mejoraron los sistemas de transporte, tanto terrestres como marítimos, interconectando zonas cada vez más alejadas entre sí y estableciendo rutas comerciales que alumbrarían toda una red de asentamientos, poblaciones y ciudades.

Esta época en la que se puede encuadrar el origen del comercio llegaría a su fin con la aparición de los sistemas monetarios que facilitarían enormemente las transacciones comerciales y terminarían por relegar al trueque a un segundo plano.


Escrito por Editorial para la Edición #32 de Enciclopedia Asigna, en 10/2015.