El término iluminismo, también denominado Ilustración, hace referencia a un movimiento intelectual nacido en el continente europeo en el siglo XVIII y que propugnaba el uso de la razón, cuestionando, entre muchas otras cosas, el Antiguo Régimen y el poder absoluto de la Monarquía. Es por ello que este siglo se conoce como Siglo de las Luces.
Los orígenes del iluminismo se localizan en Francia, y sus principales promotores se encontraban en la clase media. El ascenso de la burguesía en la escala social fue lo que propició que esta forma de pensar adquiriera mayor presencia en los círculos de poder y poco a poco, fuese impregnando la sociedad hasta ser capaz de provocar grandes cambios tanto políticos como sociales.
La influencia del iluminismo fue fundamental para entender importantes eventos históricos que tendrían lugar en años venideros como la Guerra de Independencia de los Estados Unidos o la Revolución Francesa.
El Siglo de las Luces
Durante los siglos XVI y XVII las principales corrientes de pensamientos mantienen una visión racionalista. Aun así, la división estamentaria de la sociedad y el poder absoluto de la monarquía, teniendo tintes casi divinos, se hace presente en todos los rincones de Europa.
Pero poco a poco esas ideas racionalistas y un creciente espíritu de independencia van creciendo entre las capas más altas de la sociedad, siendo especialmente de profundo calado en la corte del rey Luis XV de Francia. Hay un creciente interés por la filosofía que se manifiesta directamente en una crítica directa sobre los pilares que cimentaban a la sociedad de la época.
Es de este caldo de cultivo del que brota el fenómeno del iluminismo o Ilustración, que si bien no se caracterizará por una profunda carga filosófica, si tendrá una relevancia fundamental en la historia y sobre todo en la política.
El ideal implícito en esta corriente de pensamiento era la de llevar la luz hasta a los rincones más oscuros de la sociedad, permitiendo que el hombre se guíe únicamente por la razón y potenciando de esta manera un progreso general.
Según el iluminismo, el hombre se había dejado guiar hasta el momento por unas creencias sin base racional, simplemente por superstición, costumbre y miedo a la autoridad. Con el Siglo de las Luces la razón terminará por derribar todas estas barreras y propiciará la aparición de un hombre que piense por sí mismo.