Se podría definir la melodía como la frecuencia de notas musicales que se suceden en el tiempo y que acaban formando una unidad independiente con un sentido musical completo y acabado. La conjunción de melodías conforman estructuras más complejas como la estrofa, el coro y otras estructuras que forman parte de las canciones. En otros términos, la melodía es el elemento sustancial de la música. Esto significa que el concepto de melodía se forma a partir de la sucesión de notas musicales y por este motivo el término melodía y música se utilizan con frecuencia como sinónimos. Sin embargo, en ocasiones se dice que una cierta música carece de melodía.
Normalmente el concepto de melodía se asocia a una tonada, de tal manera que lo melódico de la música es su aspecto cantarín, lo cual va acompañado de un cierto ritmo (el aspecto danzarín de la música).
Cuando escuchamos música y retenemos en la memoria un estribillo estamos captando su melodía, un aspecto diferente al ritmo o a la armonía.
El proceso de creación musical
Crear música es todo un arte y el primer paso es crear unas notas que formen una melodía (por ejemplo, tarareando o silbando notas con una estructura determinada). A continuación se añaden notas bajas o altas a la melodía y seguidamente se escribe un nexo o enganche de las partes melódicas. Y todo ello, se puede encajar con la letra de una canción y formar un tema musical.
Por otra parte, a la hora de componer es necesario tener en cuenta una serie de aspectos
– La forma de una pieza musical, es decir, la estructura de una canción (la mayoría de temas musicales son una combinación de estrofas y estribillos).
– Crear una armonía y un ritmo pegadizo.
– La letra debe ser creativa y original.
– Las canciones incorporan algún gancho como hilo conductor (let it be de The Beatles o no woman no cry de Bob Marley serían dos ejemplos muy conocidos de ganchos eficaces).
La melodía en la poesía
Si bien el concepto de melodía lo asociamos normalmente a la música, no hay que olvidar que la poesía presenta igualmente una dimensión melódica. De hecho, las tres unidades de un texto poético son el verso, la estrofa y el poema, que llevan implícitas una estructura melódica. Para conseguir este efecto musical el poeta utiliza una serie de elementos: una rima determinada (consonante o asonante), una métrica, unas figuras literarias (por ejemplo, la metáfora) y la sonoridad de algunas palabras.