Definición de Modestia

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La modestia se define como aquella actitud que modera el comportamiento, lo que implica contenerse para no sobrepasar ciertos límites conforme a lo que dictan los convencionalismos sociales. En otra de sus acepciones la modestia suele ir ligada a la humildad, siendo una característica de personas que rechazan la vanidad, la altanería o el endiosamiento. Las personas modestas suelen quitar mérito a sus acciones, restando importancia a su buen hacer y reconociendo rápidamente cualquier fallo o defecto propio aunque los demás no se lo tengan en cuenta.

Diversas interpretaciones sobre la modestia

Las prácticas que se asocian con la modestia han ido variando con el devenir de los tiempos y cada cultura tiene unos códigos diferentes a este respecto. Ciertamente existen unos estándares fácilmente reconocibles. Unos principios generales en los que la modestia se asocia a actitudes poco egoístas, evitando el exceso de atención sobre uno mismo.

El problema radica en que a la vez que muchos ven la modestia como una virtud también hay quien puede verla como una muestra de debilidad, típica de personas inseguras

Hay que tener en cuenta que la sociedad actual tiende hacia el recargo y la exageración, por lo que una persona modesta, que guste de las cosas sencillas o muestre cierta timidez en sus relaciones sociales, puede llegar a ser mal vista. Esa represión del yo entra en claro conflicto con una sociedad cada vez más centrada en la reivindicación personal y el respeto por uno mismo.

Aun así, ello no es obstáculo para que las personas modestas puedan ser admiradas por los demás gracias a esta característica. La modestia no tiene por qué implicar represión, sino que también puede ser una actitud consecuente en aquellas personas que conocen perfectamente sus puntos fuertes y débiles, sintiéndose cómodos consigo mismos y que no perciben a los demás como una amenaza. En este caso, la modestia lleva a entablar relaciones con los demás conociendo los límites que no se han de sobrepasar. No existe una necesidad de tener que llamar la atención, se puede actuar de forma gentil pero con la misma seguridad que muestran aquellos que necesitan reivindicar continuamente sus logros personales.

En resumen, el individuo modesto es aquel que tiene en consideración el no dañar al prójimo ensalzando sus propias virtudes frente a las de éste, de forma que pudiera provocar un desplante hacia su persona.


Escrito por Juan Carlos García para la Edición #37 de Enciclopedia Asigna, en 03/2016.