El concepto de totalitarismo refiere al régimen político de orden dictatorial que se caracteriza por la ausencia del Estado de derecho, la concentración del poder en la figura de un líder carismático, la aplicación constante de métodos coercitivos y el uso excesivo de la propaganda política. Si bien existen diversos ejemplos históricos que dan cuenta de formas de gobierno con características similares a las mencionadas, el término fue acuñado en el siglo XX para hacer referencia a los regímenes dictatoriales surgidos en Europa producto del malestar social y descreimiento de la población en el sistema democrático surgidos tras el fin de la Primera Guerra Mundial.
Ejemplos de regímenes totalitarios
• Alemania nazi: el totalitarismo del partido Nacional Socialista inició en el año 1933 tras el ascenso al poder del líder carismático Adolf Hitler. Como en todo régimen totalitario se apeló tanto a la propaganda excesiva y la simbología (basada en la cruz esvástica y en el uso de los colores rojo y negro), como a la persecución y asesinato de todos aquellos individuos que eran considerados contrarios al régimen. En este caso, Hitler buscaba conformar un tercer imperio en que reinaran los alemanes “puros”. Para ello recurrió a la eliminación, de las formas más crueles, de quienes no eran concebidos como tales. Producto de ello se exterminaron a alrededor de seis millones de personas, principalmente judíos. El nazismo finalizó en 1945 tras ser derrotado en la Segunda Guerra Mundial.
• Estalinismo soviético: doce años después de acontecida la revolución soviética, inició en 1929 el régimen totalitario de Iósif Stalin. Una vez en el poder, el líder anuló la participación política de los soviéticos, persiguió a quienes eran considerados opositores, censuró a la opinión pública y difundió como castigo el trabajo forzado mediante el sistema Gulag. Asimismo, se recurrió a la propaganda política que enaltecía su figura, llegando incluso a borrar de las fotos a otros revolucionarios. Este régimen finalizó con la muerte de Stalin en 1953, momento en que la Unión Soviética inició una campaña de desestalinización.
• Régimen norcoreano: desde 1948, Corea del Norte se reconoce como un Estado socialista independiente y autosuficiente. El país ha sido gobernado desde aquel momento hasta la actualidad por Kim II-sung, su hijo Kim Jong-il y el hijo de este Kim Jong-un. Si bien hay elecciones cada cinco años, la posibilidad de elegir democráticamente no existe debido al sistema de partido único. Aunque el hermetismo norcoreano no permite contar con la información suficiente para conocer lo que sucede en el país, sí es sabido que se realiza un excesivo control de la población, se persigue a los opositores y se enaltece a la figura del líder mediante la aplicación desmesurada de la propaganda.
Características
Tal como señala el historiador Enzo Traverso, no es preciso hablar de totalitarismo en singular ya que existen diversos ejemplos históricos que dan cuenta de la multiplicidad de formas en que el poder es ejercido en este tipo de regímenes. Sin embargo, sí es preciso señalar que los totalitarismos cuentan con ciertas características comunes.
En primer lugar, el poder es ejercido por parte del Estado de forma absoluta y sin limitaciones. En este sentido, el gobierno “total” concentra los tres poderes del Estado con un marcado corte antiparlamentarista.
En segundo lugar, se coartan las libertades individuales de los ciudadanos, cuyas vidas pasan a estar completamente controladas por el Estado el cual se atribuye la administración de los asuntos sociales, económicos y políticos de la población. Así, en un régimen totalitario no existe el Estado de derecho, por lo cual no hay garantías para el efectivo cumplimiento de los derechos de las personas, a la vez que el gobierno puede (y suele) cometer crímenes que en un régimen democrático serían castigados.
Otra característica consiste en que los totalitarismos poseen una carga ideológica alta y buscan generar un cambio en la estructura social y moral de la población. Para ello se apela tanto a la coerción como al consenso. Por un lado, se persigue y se reprime a los individuos indeseados por el régimen mediante exilios, encarcelamientos, torturas y asesinatos; se aplica la censura; y se establece un sistema de partido único. Por otro lado, se recurre a la propaganda extrema, tanto en los medios de comunicación como en el sistema educativo, buscando el fanatismo y la lealtad de la población en base a aspectos emocionales y no racionales.
Finalmente, los totalitarismos suelen estar asociados a la figura de un líder carismático que encabeza el poder del partido, las Fuerzas Armadas y el gobierno. Este liderazgo absoluto también se logra mediante la aplicación de métodos coercitivos y el uso excesivo de la propaganda política.
Referencias bibliográficas
Traverso, E. (2001). “El totalitarismo. Historia de un debate”. Buenos Aires: Eudeba.Autora
Escrito por Mercedes Roch para la Edición #121 de Enciclopedia Asigna, en 02/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).