Definición de Autocrítica funcional, disfuncional y organizacional

Ángeles Ortiz-Espinoza
Lic. en Ciencias Políticas

La autocrítica ES el ejercicio en el cual un individuo realiza una evaluación de sus propias acciones, comportamientos o características. De acuerdo a algunos estudios, esto tiene ventajas sobre el desarrollo personal, pues a través de esta práctica es posible que las personas se hagan más conscientes tanto de sus capacidades y fortalezas, como de sus limitaciones y áreas de oportunidad, así como de las conductas hacia otros y hacia el entorno.

Es importante señalar que un adecuado ejercicio de la autocrítica conlleva una la observación constante hacia las conductas y habilidades propias a fin de poder identificar las mejoras o los retrocesos en la forma de actuar y en el desarrollo de capacidades.

Tipos de autocrítica

Es posible identificar dos categorizaciones con respecto a la autocrítica. Una de ellas es planteada por Thompson y Zuroff quienes establecen dos formas de realizarla. La primera es la que los autores llaman autocritica comparada, en la cual el individuo se evalúa en función de otras personas. Por su parte, la autocrítica internalizada ocurre cuando la evaluación es enteramente personal, es decir, se realiza tomando en cuenta estándares propios del individuo y de su perspectiva personal de eficiencia.

Por su parte, De Rosa et al. afirman que el ejercicio de autocrítica se puede manifestar de dos maneras: uno implica la disfuncionalidad personal, y la otra un mayor grado de funcionalidad del individuo.

Autocrítica funcional o positiva

De acuerdo a De Rosa et al., la autocrítica positiva consiste en focalizar la atención en conductas propias a fin de mejorar la eficiencia personal, lo que implica detectar las acciones indeseadas con la intención de corregirlas. Además, se es capaz de reconocer los aciertos y habilidades para poder mantenerlos y, de ser posible, incrementarlos.

Al llevar a cabo una autocrítica funcional, es posible contribuir al fortalecimiento de la autoestima a través del mejoramiento de capacidades y la adquisición de nuevas. Del mismo modo, los autores mencionan que también representa un reflejo de nuestra madurez mental y emocional pues denota la capacidad de aceptar la propia condición.

Otra de las ventajas de un ejercicio autocrítico constructivo que los autores detectan es el incremento de eficiencia individual, lo que permite el desarrollo de una personalidad más resiliente capaz de lidiar con contextos negativos. Un ejercicio adecuado de autocrítica conlleva ventajas con respecto a la calidad de vida de los individuos y sus relaciones personales, como resultados de la mayor conciencia sobre las formas de actuar.

Autocritica disfuncional o negativa

De Rosa et al. también sostienen que una autocrítica disfuncional implica sobrevalorar aquellos aspectos negativos que la persona percibe sobre sí misma. Se hace énfasis en los errores y se desconocen los aciertos al mismo tiempo que aparece una sensación de inferioridad con respecto a otros, lo cual se traduce en una baja autoestima.

Cuando se lleva a cabo una autocrítica negativa no suelen proponerse soluciones a aquellos aspectos que se consideran como deficientes, sino simplemente se presenta una conducta de aferramiento hacia la imposibilidad de mejorar y se asume que no hay ninguna solución viable a los errores o la falta de capacidades.

Los autores señalan que una característica importante en la autocrítica negativa es que además de sobrevalorar las deficiencias, también hay una desvalorización de los logros ante la presencia de cualquier error por mínimo que este sea; los individuos que ejercen sobre sí mismos este tipo de autocríticas perciben cualquier falla como una confirmación del fracaso personal generalizado. Las personas con este tipo de comportamientos tienen actitudes de hipervigilancia y tienen una permanente sensación de inseguridad con respecto a su capacidad de afrontar cualquier situación o eventualidad que se presente.

Autocrítica organizacional

Una acepción interesante del término es el que se relaciona con algunos sistemas de gobierno y organizaciones, como es el caso de los gobiernos comunistas. En este tipo de regímenes se llevaban a cabo algunas prácticas en las que los miembros de organizaciones públicas a los que se les adjudicaran fallas o errores con respecto a su rol organizacional, debían hacer un reconocimiento forzoso y público de dichas fallas o desviaciones en relación a sus deberes en el ejercicio público o en cuanto a la línea oficial marcada.


Autora

Escrito por Ángeles Ortiz-Espinoza para la Edición #110 de Enciclopedia Asigna, en 03/2022. Ángeles es Lic. en Ciencias Políticas, artista plástica y de la escena, escritora e investigadora social, con amplia experiencia en publicaciones a nivel académico y literario.