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Definición de Carisma y condiciones del líder carismático

Ángeles Ortiz-Espinoza
Lic. en Ciencias Políticas

Desde las ciencias sociales, el concepto de carisma fue planteado por primera por el científico social Max Weber, quien en su libro Economía y Sociedad hace mención de la autoridad carismática al plantear los tres diferentes tipos de dominación. Recordemos que, según el autor, dominación es entendida como la probabilidad de que una autoridad encuentre obediencia dentro de la población específica que recibe un mandato. Este concepto se distingue de la idea de poder en que este último es la capacidad de imponer una voluntad.

Tipos de dominación

Weber argumenta que existen tres formas de dominación legítima: la racional, la tradicional y la carismática. La primera se basa en la ley, mientras que la segunda implica la creencia habitual en la santidad de la tradición y la costumbre.

Por su parte, la dominación fundamentada en el carisma apela a las características propias de un líder; el grupo al que se busca dominar las percibe como extraordinarios atribuyéndole elementos de santidad o heroísmo.

Condiciones en la formación de líderes carismáticos

Siguiendo a De Sandre, la condición recurrente para que aparezcan líderes de tipo carismáticos radica en que existe un temor o una preocupación colectiva en un grupo social o población. El líder carismático aparece como respuesta a estas situaciones; se presenta como aquel que puede solucionar estos problemas comunes de la colectividad. En este sentido, Weber señala que la permanencia de la autoridad carismática depende del reconocimiento de que, en efecto, se estén solucionando los problemas compartidos por la población que lo legítima como líder.

Por otro lado, De Sandre señala que este tipo de autoridad suele vincularse con líderes de Estado, militares y religiosos, sin embargo, estudios más recientes han analizado el surgimiento de estas figuras derivado de otro tipo de colectivos. A este respecto, el autor menciona que un en las sociedades más modernas, los líderes carismáticos también tienen cabida, no obstante, en este tipo de sociedades surgen por medio de grupos que proponen soluciones o propuestas radicales ante determinados asuntos de interés del colectivo. Dichos grupos y propuestas no encuadran del todo en el sistema legal-racional constituido que siguen las sociedades más contemporáneas.

Derivado de lo anterior, De Sandre destaca que un líder carismático no surge por sí mismo, sino que aparece como miembro del grupo que establece o propone soluciones alternas a problemas comunes. Mientras el grupo va cobrando fuerza, el líder carismático comienza a hacerse notar.

Transmisión de la legitimidad

Otro punto importante que se señala en De Sandre refiere a los mecanismos de transmisión de este tipo de autoridad. El líder carismático recurre a distintos métodos para garantizar la transmisión de la legitimación de la que es sujeto. A pesar de que la propia definición de dominación por carisma implica una condición de carácter personal, esta no es ajena a crear ciertos mecanismos que puedan garantizar su estabilidad en el tiempo.

De Sandre menciona que son tres los principales mecanismos de transmisión de la dominación carismática: por herencia, por contacto o por profesión. El primero, también llamado por parentesco, como su nombre lo indica se transmite a través de las relaciones familiares. Por su parte, el mecanismo por contacto, sería similar al anterior, solo que únicamente implica una relación de cercanía que no necesita ser de parentesco.

El autor señala que la forma más recurrente para formalizar y asegurar en el tiempo la dominación carismática es la de profesión. Este tipo de mecanismo implica la transmisión del mandato por medio de la profesionalización y las enseñanzas de las habilidades del líder hacia aquellos interesados en continuar con su legado. Como De Sandre señala, uno de los ejemplos más claro de este último mecanismo de institucionalización ocurre en las organizaciones religiosas, en las que existe una autoridad a la que se le atribuyen estos rasgos extraordinarios y quien, por lo general, tiene un pequeño grupo de seguidores más cercanos a quienes educa para que puedan continuar con su labor.

En este último punto es posible observar que, para que se garantice la estabilidad en el tiempo de la dominación carismática, es necesario que esta se transforme en otra forma de dominación, generalmente de tipo tradicional.


Autora

Escrito por Ángeles Ortiz-Espinoza para la Edición #111 de Enciclopedia Asigna, en 05/2022. Ángeles es Lic. en Ciencias Políticas, artista plástica y de la escena, escritora e investigadora social, con amplia experiencia en publicaciones a nivel académico y literario.