Definición de Codicia

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La codicia es un sentimiento obsesivo que mueve a quien lo sufre a buscar el dinero como un bien en el que pone su propia autoestima. Es decir, una persona con codicia es aquella que se obsesiona con lo económico y, por tanto, por la apariencia.

Deseo desmedido de dinero

Lo más negativo de la codicia es que no muestra un deseo saludable de ahorrar, sino que nace un insano sentimiento de riqueza que puede llevar a la persona incluso, a actos equivocados creyendo que el fin justifica los medios. Es decir, la codicia está muy relacionada con la avaricia.

Y curiosamente, existe una relación directa entre la avaricia y la tristeza ya que la persona que sufre codicia se obsesiona con lo económico. Es decir, esto conduce a la insatisfacción crónica puesto que la persona siente que nunca tiene lo suficiente, vive pendiente de aquello que le falta en lugar de aquello que posee.

Este deseo desordenado por alcanzar un estatus económico produce estrés y ansiedad puesto que la persona desea hacer un patrimonio alto de forma rápida.

La avaricia no solo puede tener que ver con la riqueza económica, sino también, con el afán desordenado de poder. Es decir, la codicia en cualquiera de sus formas tiene que ver con la psicología y la actitud personal. El codicioso se comporta como si por el hecho de tener más dinero fuese a ser más feliz, sin embargo, es infeliz porque desarrolla un apego enfermizo hacia lo material.

Y además, también desarrolla este sentimiento de codicia porque tiene una percepción equivocada de lo económico en relación con el ser humano. La persona codiciosa se identifica con sus propios bienes materiales, decir, los identifica con su propia identidad. De este modo, la persona codiciosa aspira a desarrollar sus relaciones personales en un entorno de personas que tienen el mismo estatus social.

Deseo de poder

En el interior de la persona con codicia, existe el deseo de poder que asocia con lo económico. Es decir, imagina todo aquello que puede conseguir con el dinero y las influencias que puede alcanzar.

Sin embargo, esta obsesión por el poder convierte al codicioso en profundamente vulnerable puesto que su principal temor es perder todo aquello que ha conseguido. Este temor es su principal tragedia personal, dado que le impide ser libre a nivel interior. En el corazón del codicioso existe una palabra que surge como una voz interior constante: «Quiero más».


Escrito por Editorial para la Edición #53 de Enciclopedia Asigna, en 07/2017.