Definición de Criminología

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Como su mismo nombre indica, la criminología se ocupa de estudiar los crímenes, especialmente sus causas y los medios para combatirlos. Cuando tiene un lugar un crimen, se ponen en marcha toda una serie de actuaciones: la policía judicial se encarga de recoger los testimonios relacionados con el crimen, la policía se ocupa de analizar la escena del delito y de la recogida de pruebas y el médico forense se centra en el levantamiento del cadáver y en su posterior estudio científico.

Qué hace un criminólogo

La actividad del criminólogo es realizada generalmente por un especialista de la policía. Sin embargo, hay profesionales que trabajan en el ámbito de la seguridad privada, en la esfera de la justicia, en las agencias estatales de investigación o en el mundo de las prisiones. En consecuencia, el criminólogo no tiene un papel específico.

En líneas generales, el criminólogo utiliza sus conocimientos para diagnosticar de manera cualificada una acción criminal.

Otra de sus posibles funciones es elaborar un perfil del criminal, lo cual facilita el campo de la investigación de un crimen.

Hay criminólogos que se centran en la prevención de los delitos y en el estudio de las conductas antisociales.

La criminalística

Cuando vemos en el cine o la televisión el análisis de pruebas de ADN u otro tipo de investigaciones científicas estamos hablando de criminalística, un apartado de la criminología como disciplina.

La criminalística es una disciplina auxiliar del derecho penal que se centra en la explicación científica de los delitos. Esta área intenta conocer todos los aspectos técnicos de un delito, averiguar quién lo ha cometido y la información relacionada con la víctima. En otras palabras, se trata de determinar cuándo, dónde, cómo, por qué y quién ha cometido un crimen. El investigador de un crimen debe partir de estas preguntas para analizar un delito. Para ello tiene a su disposición toda una serie de técnicas (pruebas de sangre, de balística o de ADN, entre otras muchas).

La criminalística se basa en una serie de principios. El primer principio es el de uso, que significa que el crimen perpetrado depende de algún tipo de artilugio o técnica. Otro principio es el de intercambio, que consiste en que todo criminal se lleva consigo una parte del crimen cometido y esto produce un rastro (por ejemplo, las huellas que deja un zapato en la escena del delito). La correspondencia de características es otro de los principios esenciales (por ejemplo, cuando se comprueba que las muestras de la escena del crimen se corresponden con los datos fisiológicos del sospechoso).


Escrito por Ferrer, J. para la Edición #33 de Enciclopedia Asigna, en 11/2015.