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Definición de Descomponedores y Detritívoros ejemplos, diferencia, e importancia

Carlos F. Lira Gómez
MSc. en Ciencias Marinas

Los descomponedores son organismos heterótrofos que utilizan restos muertos de otros organismos, o sus desechos, para obtener la energía y los nutrientes que requieren para sus procesos vitales, liberando al medio moléculas inorgánicas simples, tales como fósforo, nitrógeno, carbono, potasio, entre otros. La mayoría de los autores diferencian a los organismos detritófagos (alimentadores de detritus o detritívoros) de los descomponedores, mientras que otros no hacen distinción entre unos y otros.

Ejemplos de descomponedores y detritívoros

Durante mucho tiempo se creyó que existían plantas capaces de aprovechar directamente materia orgánica para sus procesos metabólicos, ejemplo de estas plantas eran las orquídeas y las plantas aclorófilas (plantas sin clorofilas), sin embargo, posteriormente se descubrió que dichas plantas realmente obtienen los nutrientes de forma indirecta gracias a asociaciones con distintos tipos de hongos (ver

Los descomponedores propiamente dichos son principalmente bacterias y hongos, aunque también existen algunas especies de protistas que poseen alimentación osmotrófica y son incluidos entre los descomponedores.

Entre los organismos detritívoros se pueden mencionar a las lombrices de tierra, termitas, cucarachas, hormigas, larvas de insectos y muchas especies de escarabajos.

Aspectos generales

En cualquier ecosistema, los organismos que lo integran pueden ser divididos en tres grandes grupos, de acuerdo al papel que desempeñan en el flujo de energía en el mismo. Por un lado, se encuentran los organismos capaces de utilizar la energía proveniente del sol (fotótrofos o fotoautótrofos) o de fuentes químicas (quimiótrofos), para elaborar o sintetizar moléculas complejas a partir de moléculas inorgánicas simples, estos son los denominados autótrofos o productores primarios.

Por otro lado, existen organismos que dependen directa o indirectamente de las biomoléculas sintetizadas por los productores primarios para obtener la energía y los materiales que a su vez necesitan para sus procesos vitales. Estos organismos se conocen con el nombre de heterótrofos.

Los organismos heterótrofos que se alimentan directamente de los autótrofos son denominados consumidores primarios, los que se alimentan de estos, consumidores secundarios y así sucesivamente.

Por último, los organismos que se alimentan de los productos de desecho (hojarascas, heces, por ejemplo) de otros organismos, o de sus restos, reciben el nombre de descomponedores.

Importancia de los descomponedores

En todo ecosistema hay un flujo constante de materia y energía entre los seres vivos que lo constituyen. Los organismos autótrofos son los grandes productores de la biomasa que va a sustentar el ecosistema, pero solo una parte de esa biomasa es aprovechada por los consumidores primarios para producir su propia biomasa, y una parte de esta es a su vez aprovechada por los organismos del siguiente eslabón de la cadena.

Estudios realizados estiman que solo el 10% de la biomasa producida por los árboles, por ejemplo, es aprovechada por los consumidores primarios, el resto se pierde en hojarasca, ramas y tronco, una vez muere el organismo. Pero para producir esa biomasa, los productores primarios requieren de una fuente de energía (luz del sol), agua, dióxido de carbono, nitrógeno y otros compuestos inorgánicos.

Los organismos consumidores, también denominados productores secundarios, elaboran su propia biomasa a partir de la biomasa aprovechada de los productores primarios y/o del eslabón precedente en la cadena trófica. Al igual que ocurre entre los productores primarios y los consumidores primarios, una parte de la biomasa producida se pierde al pasar de un eslabón a otro.

Los descomponedores participan en los ciclos de los nutrientes al degradar la materia orgánica no aprovechada en la cadena trófica, liberando y haciendo nuevamente biodisponibles para las plantas los elementos inorgánicos, que fueron originalmente empleados por los autótrofos para producir biomoléculas, es decir, cierran dichos ciclos.

En ausencia de los descomponedores, por un lado, los suelos rápidamente se quedarían sin compuestos inorgánicos para satisfacer las necesidades de los productores primarios, los cuales son incapaces de utilizar directamente las moléculas orgánicas presentes en la materia en descomposición. Y por otro lado, todo resto orgánico (como hojas de las plantas o heces de animales), así como animales y plantas muertas se acumularían en el medio.

Algunos descomponedores también participan en la degradación de rocas y minerales, tales como: silicatos, carbonatos, fosfatos, entre otros, haciendo biodisponibles para las plantas elementos como: hierro, carbono, fósforo, manganeso, etcétera.

Diferencia entre descomponedores y detritívoros

La mayoría de los autores diferencian dos tipos de organismos que aprovechan la materia orgánica en descomposición: saprótrofos o descomponedores y saprófagos o detritívoros. La diferencia fundamental entre ambos grupos es la forma de acceder a los nutrientes y la energía presente en esta materia orgánica.

Los organismos descomponedores tienen una alimentación osmótrofa, es decir que se alimentan por ósmosis. Ellos liberan enzimas que realizan la ruptura de los enlaces químicos de las moléculas orgánicas mediante hidrólisis, para obtener biomoléculas más simples o moléculas inorgánicas y de menor peso molecular, capaces de atravesar la pared celular y la membrana plasmática por simple difusión.

Los detritívoros o saprófagos, por su parte, ingieren activamente la materia orgánica en el proceso de digestión, es decir, la hidrólisis enzimática de la materia orgánica ocurre en el interior del tubo digestivo, o en orgánulos denominados fagosomas, cuando se trata detritívoros unicelulares.

Cómo funciona el proceso de descomposición

En ecología, el término descomposición se emplea para definir el proceso de degradación o reducción del cuerpo de un organismo que estuvo vivo, o de los desechos de este (heces, por ejemplo) hasta obtener compuestos o elementos más simples. Es la forma en que se logra reciclar los elementos esenciales para el mantenimiento de la vida en el planeta.

En la descomposición intervienen tanto factores bióticos como abióticos, entre los abióticos se encuentran: la luz (fotólisis), el agua (hidrólisis), la presencia de agentes químicos (ácidos, por ejemplo), vientos, entre otras.

En la descomposición biológica intervienen no solo los descomponedores propiamente dichos, sino también los organismos detritívoros. El rol que juegan cada uno de estos grupos de organismos en la descomposición va a depender de diversos factores, como la temperatura, la humedad y la naturaleza de los descomponedores y detritívoros. Estos últimos son más sensibles a las condiciones climáticas.

En los suelos de los bosques, los organismos descomponedores pueden llegar a representar una biomasa hasta diez veces superior a la de los organismos detritívoros. En la degradación de las plantas, los hongos juegan un rol especialmente importante en la descomposición de la celulosa y de la lignina.

En este proceso se establece una sucesión ecológica donde primero participan organismos descomponedores de glucosa y otros carbohidratos sencillos, posteriormente intervienen hongos y algunos microbios degradadores de la celulosa y hemicelulosa y por último, ocurre la descomposición de la lignina por la acción (casi exclusiva) de un grupo de hongos descomponedores.

La descomposición animal se inicia con la autolisis y la acción de hongos, bacterias y protistas que viven en el interior del animal y posteriormente se incorporan los descomponedores presentes en el suelo.


Referencias bibliográficas

- Begon, M.; Townsend, C. & Harper, J. (2006). Ecology: From Individuals to Ecosystems. Cuarta Edición. Blackwell Publishing Ltd.

- Berg, B. & McClaugherty, C. (2014). Plant Litter. Decomposition, Humus Formation, Carbon Sequestration. Springer.

- Berg, B. & Laskowski, R. (2005). Decomposers: Soil Microorganisms and Animals. Advances in Ecological Research, 38:73-100.

- Crespo, G. (2013). Funciones de los organismos del suelo en el ecosistema de pastizal. Revista Cubana de Ciencia Agrícola, 47(4): 329-334.

Autor

Escrito por Carlos F. Lira Gómez para la Edición #110 de Enciclopedia Asigna, en 03/2022. Carlos es MSc. en Ciencias Marinas, mención Biología Marina del Inst. Oceanográfico de Venezuela, UDO. Profesor de Carcinología y Zoología Gral. en la UDO.