Definición de Dramaturgia Teatral estructura, y géneros dramáticos

Ángeles Ortiz-Espinoza
Lic. en Ciencias Políticas

La dramaturgia expone y explora una historia a través de acciones y tiene la finalidad de ser representada, por lo general, escrita a través de diálogos expresados por cada uno de los personajes que participan en la trama. A diferencia de otros géneros literarios como el cuento y la novela, la dramaturgia se caracteriza por mostrarnos el argumento y no ahondar en la descripción ni de la atmósfera ni de los pensamientos o sensaciones de los personajes, más cuenta la historia a través de eventos que podemos ver en la puesta en escena y usa acotaciones para describir, a muy grandes rasgos, el espacio y el tiempo de la ficción.

Cabe mencionar, que el término dramaturgia llega a utilizarse para todo libreto o guion que se siga en cualquier actividad artística escénica, sin embargo, el presente texto se aboca únicamente a su uso en la disciplina teatral.

Estructura

La estructura tradicional de un texto dramático responde a lo descrito por Aristóteles en su libro Poética. El autor plantea que un texto dramático se desarrolla por medio de unidades: una unidad de tiempo, una unidad de espacio y una unidad de acción. Lo anterior implica que la historia completa a representarse ocurre en un mismo lugar, en un periodo temporal específico y tiene un solo conflicto a resolver.

Por otro lado, el mismo Aristóteles plantea una estructura narrativa que se usa para cualquier género literario cuyo objetivo sea contar una historia, sin embargo, aquí lo vemos aplicado a los textos dramáticos, en los cuales, cada una de las partes de la estructura propuesta corresponde a los diferentes actos de las obras de teatro clásicas.

En un primer acto encontramos el planteamiento, momento de presentación de los personajes, del lugar y del tiempo en el que están y en el que ocurrirán las acciones. A partir de aquí, vemos una serie de peripecias que se le presentan al personaje principal y que nos lleva a la aparición del conflicto, mismo que aparece de forma explícita en un segundo acto, el cual corresponde al nudo o desarrollo de la trama. Generalmente, cerca del fin de acto dos vemos el clímax de la acción; el punto más álgido del conflicto. Enseguida, en un tercer acto, aparece el desenlace, en el que se presenta la resolución (o no resolución) del conflicto al que se ha enfrentado el personaje protagonista; en este punto la tensión comienza a disminuir y encamina al espectador a un anticlímax, una forma de epílogo que ofrece un tiempo para la asimilación de lo que se acaba de presenciar.

Cabe señalar que, en buena parte de los textos contemporáneos, tanto los postulados referentes a las unidades aristotélicas, como a la estructura clásica anteriormente descrita, no se llevan a cabo de manera rigurosa. En términos de la unidad, en la actualidad vemos obras de teatro que se desarrollan en distintos espacios y transitan en una temporalidad no lineal, y más que un gran conflicto dramático, se montan alrededor de varios conflictos pequeños que dan forma y sentido al drama. Misma situación ocurre con la estructura tradicional; cada vez es más frecuente ver obras que comienzan por el desenlace o por el clímax, que son por completo aclimáticas o que omiten la presentación de un epílogo.

Diferencias en los géneros dramáticos

Los géneros dramáticos corresponden a la clasificación de los textos de acuerdo a su contenido. En la antigua Grecia se consideraban como géneros la tragedia y la comedia. En la primera, el personaje principal se enfrenta al conflicto fatal que lo conduce a un final trágico, en la mayoría de los casos, la muerte. En buena parte de las obras clásicas, la tragedia suele relacionarse con que el protagonista vaya contra el designio de los dioses, es decir, contra el destino. Por su parte, la comedia se caracteriza por representar hechos o conflictos menos solemnes y las peripecias a las que se enfrentan los personajes son sencillas y con un tono mucho más ligero, además, el desenlace de los eventos suele tener un final feliz.

Posteriormente, surgieron otros géneros derivados de los mismos, por ejemplo, el drama que es muy similar a la tragedia, aunque las situaciones a las que se enfrentan los personajes suelen ser más cotidianas, es decir, tienen un tinte más realista. Por su parte, la farsa, es un género que podría decirse deviene de la comedia, con la diferencia de que en la farsa los eventos son por demás extracotidianos y exagerados llegando al punto de lo grotesco.

Existen muchos otros géneros que han surgido con el desarrollo de la dramaturgia como ejercicio literario, entre ellos encontramos a la pieza, misma que es considerada por algunos como la tragedia moderna y que se caracteriza por comenzar y terminar como inicia, ya sea de manera literal o figurada, y por lo general, implica la muerte real o simbólica de alguno de los personajes principales. Por su parte, el teatro del absurdo, es un género derivado de la farsa que se fundamente en situaciones imposibles si se piensan desde el punto de vista de lo cotidiano o realista y utilizan figuras metafóricas u oníricas para contar la historia. Algunos otros de los géneros dramáticos más comunes son: el melodrama, el vodevil y el musical.

Estilos de la escrita contemporánea

La forma tradicional de escribir drama es siguiendo la estructura aristotélica a través de diálogos en los que se intercalan algunas acotaciones. Sin embargo, en la actualidad, esta manera de hacer dramaturgia ya no se sigue del todo, han aparecido manifestaciones alternativas de escritura que proponen otras formas de exponer la acción dramática más allá del mero diálogo.

Una de estas formas es la llamada narraturgia, en la que partes del texto, o incluso el texto completo, presenta a los personajes narrando lo que hacen, lo que sienten o como perciben las acciones de otros personajes. Igualmente, algunos otros textos dramáticos suprimen el uso de personajes y ya no se les nombra, sino que simplemente se numeran los diálogos con guiones o viñetas. Propuestas más contemporáneas incorporan el uso de medios audiovisuales dentro de la propia dramaturgia, e incluso medios digitales e interactivos.

Como vemos, actualmente existen diferentes formas para escribir dramaturgia, sin embargo, la constante o la característica principal que debiese ser ineludible, es que se nos presente una historia que ha sido escrita para ser representada.


Autora

Escrito por Ángeles Ortiz-Espinoza para la Edición #103 de Enciclopedia Asigna, en 09/2021. Ángeles es Lic. en Ciencias Políticas, artista plástica y de la escena, escritora e investigadora social, con amplia experiencia en publicaciones a nivel académico y literario.