Durante siglos la humanidad en su conjunto marcó su existencia a partir de creencias y valores religiosos. En el Renacimiento este paradigma se comenzó a debilitar paulatinamente, ya que el saber científico y la razón se independizaron de la religiosidad imperante. Este proceso de cambio es conocido como secularización.
Una idea que ha impregnado todos los ámbitos de la realidad
La arquitectura medieval tenía una dimensión religiosa, ya que las iglesias, monasterios y catedrales se construían inspirándose en el poder y la magnificencia de Dios. Con el paso del tiempo este planteamiento arquitectónico fue perdiendo sentido, ya que la construcción de edificios tenía que orientarse hacia la satisfacción de las necesidades humanas concretas.
La mayoría de estados se rigen por normas y valores racionales y las leyes en su conjunto no están ligadas a ninguna religión en concreto. Así, el estado como institución deja de ser confesional, pues se ha emancipado de cualquier tutela religiosa.
Durante muchos períodos de la historia la actividad científica ha dependido de la visión religiosa mayoritaria. En este sentido, el heliocentrismo propuesto por Copérnico y Galileo se opuso al geocentrismo defendido por la iglesia y este enfrentamiento entre ciencia y religión representó el inicio del proceso de secularización.
La secularización en el conjunto de la sociedad española y Latinoamericana
España y la mayoría de naciones de América Latina comparten dos elementos fundamentales: el idioma y la religión católica. En las últimas décadas el papel del catolicismo en la sociedad ha perdido una gran parte de su influencia. En este sentido, muchas personas se declaran oficialmente católicas pero no practicantes. Este proceso no se ha producido de manera espontánea, sino que arranca en el Renacimiento y posteriormente se afianza con la Ilustración en el siglo XVIII.
La secularización ha supuesto un cambio radical de perspectiva, ya que es el hombre y no Dios quien ocupa el centro de la existencia. Este proceso de transformación ha tenido efectos sobre la política, las creencias y la manera de vivir en el conjunto de la sociedad.
En un sentido general, la cultura religiosa en España y Latinoamérica se ha debilitado significativamente. Los individuos mantienen sus creencias en un marco de libertad, puesto que el estado les ampara otorgándoles libertad religiosa.
Como es lógico, este fenómeno tiene implicaciones en el ámbito de la moral, ya que los individuos expresan sus propias valoraciones morales de manera autónoma y no están sujetos al poder del estado o de la iglesia.
Si bien la secularización ha supuesto una modernización de la sociedad, para algunos la descristianización ha tenido algunas consecuencias negativas: pérdida de valores morales, una banalización de las creencias y una falta de sentido en la propia existencia humana.